lunes, 25 de julio de 2011

Medalla de San Benito

Cuando fui a una misa de sanación, observé que al final de la misa se acercaron personas con la medalla o rosarios de San Benito.  Me dio curiosidad, así que fui a la librería a preguntar sobre esa medalla.  Me traje un libro sobre este santo y comprendí  el por qué habían personas llevándolas esa noche a bendecirlas.  También  me llamó la atención, que era una oración especial.


La medalla no es un amuleto.  Es es todo un sacramental, que como los demás sacramentales, son “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia".  http://www.corazones.org/diccionario/sacramentales.htm


La orden religiosa benedictina, nace de este Santo.  El nombre que escogió el nuevo papa, Benedicto XVI, se origina de este santo.  

Esta medalla lleva consigo unas letras que su significado es una oración de exorcismo.  Esta medalla tiene en un lado a San Benito y por el otro lado tiene una cruz, la cruz redentora.  





Crux Sancti Patris BenedictiCruz del Santo Padre Benito
Crux Sancta Sit Mihi Lux
Non Draco Sit Mihi Dux
Vade Retro Satana
Numquam Suade Mihi Vana
Sunt Mala Quae Libas
Ipse Venena Bibas
La Santa Cruz sea mi luz,
no sea el demonio mi guía.
¡Apártate, Satanás!
no sugieras cosas vanas,
maldad es lo que brindas,
bebe tú mismo el veneno.

La vida de San Benito Abad es interesante.  La recopila otro santo, San Gregorio Magno, que fue papa.  San Benito tenía una hermana, Escolástica.  Era su hermana gemela. También es una santa.  El amor de estos hermanos y el que puedan compartir el amor y la entrega hacia Jesús, es digno de leer y meditar sobre esto.  ¡Cuántos quisiéramos que nuestros hermanos también amen más y conozcan más a Jesús.!


http://www.corazones.org/biblia_y_liturgia/oficio_lectura/fechas/febrero_10.htm.  Este documento tiene una narración de un momento especial que tuvieron estos hermanos, Benito y Escolástica.

ORACIÓN PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DE SAN BENITO


Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.
Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén.
Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.






Esta siguiente oración es la que utiliza el sacerdote para bendecir la medalla.  Sería bueno tenerla a la mano por si el sacerdote a quien visites no la tenga disponible.
Oración para consagrar
 la medalla de San Benito de Nursia


Exorcismo de la medalla
-Nuestra ayuda nos viene del Señor
-Que hizo el cielo y la tierra.
Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.  En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Bendición:

-Señor, escucha mi oración
-Y llegue a tí mi clamor
Oremos:

Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

Amén

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